Wednesday 21 September 2016

My photographic (un photogenic) side...
Click here for my adventure as a photographer :D

Revista Palapronta #1

Participé como fotógrafa.

Disfruten ;)


Revista Palapronta #1

Nueva sección fotográfica. 

Bienvenidos, espero  sea de su agrado. 

:3


Todo comenzó con una participación en la Revista Palapronta, aquí les dejo más al respecto.



Tuesday 20 September 2016

La condena de vivir

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La condena de vivir.
Cuando no quieres saber nada.
Cuando quieres gritar y de repente quedas mudo.
Cuando el ruido más estruendoso y perturbador es el latir de tu corazón; su monótono y molesto sonido, como el segundero de un reloj a mitad de la noche, sonoro y amplificado, que no te deja dormir en paz. El bum-bum que ya detestas. Cuando lo único que quieres es que se termine.
-¡Que se detenga!, ¡que se detenga! – gritas con palabras sordas. Y cuando al fin lo dejas de escuchar y casi tuerces la boca en una mueca fantasmal a la cual pretendes llamar sonrisa…silencio, bum-bum, silencio…bum-bum y, aunque débil y lejano, ahí está. Aún no se va, aún no te permite descansar y sabes que aún no se detendrá.
Sabes que aunque lo deseas no puedes detenerlo, y su ritmo una vez más anuncia el andar de tu condena, tu castigo.
Y aunque lo quieras, sabes que no lo harás y te odias aún más por ser eso que eres, por querer lo que no puedes, por desear lo que no debes y por no ser lo que no eres.
Tu propio reflejo te aterra, tu voz te atormenta y las palabras que danzan en tu lengua te asustan. Sabes de lo que eres capaz, ¿lo sabes?
No quieres ser, no quieres estar, no quieres ni existir. Cómo si la existencia fuera poca cosa. La tuya lo es. Mira a tu alrededor, te hallas enterrado en compañía, hundido en accidentes del tiempo, olvidado de la luz, ahogado en terror, provocado en dolor, descuartizado en inmadurez, iluminado en estupidez, herido en apatía, desolado en negación, enfermo en rencor, cremado en pensamientos inermes, atrapado en indiferencia, acusado en realidad, esclavo en libertad, despreciado en tranquilidad, aniquilado en soledad y despierto en desamparo.
No soportas tus miradas, cálidas, secas, que empolvan tu agónica alma.
Te detestas, te desprecias, te culpas; sólo quisieras desaparecer, deshacerte, romperte en infinitos pedazos, esfumarte, derretirte, irte y ser olvidado. Pero también quieres gritar, aún deseas gritar; insistes en gritar y, en cambio, aullas lastímero y colérico como un demonio insignificante que ha sido desterrado.
La nada es mucho, tú eres poco; tú eres nada.
Aullas y te arrastras cual gusano putrefacto, te llenas y te enlodas del propio desperdicio de tu incoherente y enmohecida vida. ¿Acaso podrías ser más miserable? Sí. Porque tu desgracia no acaba, aún estás aquí, cómodamente dislocado en el papel, escondido tras una fuente de tinta, desangrado de bondades- ante las cuales eres ciego- y expuesto en atributos -que no crees-.
Aún te aterra la oscuridad de día, aún lloras bajo el agua, aún le gritas a oídos falsos y mentes vacías; aún reclamas a las rocas del tiempo. Hablas con la boca del que sólo muere en pesadillas, aún ves el mundo a través de tus cicatrices y marcas, aún lames las heridas que ya cerraron, pero que jamás dejarás sanar.
Aún bebes el vino del vicio y el licor de la cordura; aún dibujas la locura con canciones, y te encierras en el cristal de otros corazones.
Aún sufres, aún lloras, aún ríes y aún vives.
-Y sólo una muestra de odio o afecto bastará.

Y ahora con paz en el alma y destellos en el corazón, guardas la música del dolor; su dulce melodía ha bastado por ahora. El eco de sus acordes aún estalla en tu mente, y en tu alma fría y húmeda, un recuerdo de muerte y un deseo de razón.

*Lilith*

IDENTIDAD

IDENTIDAD


La palabra identidad se refiere a la relación personal con y hacia determinados símbolos tangibles e intangibles, con ciertas ideologías y pensamientos, con valores sociales y personales, con actitudes y con el contexto que envuelve a un individuo o a un grupo; esto tanto en el tiempo presente como en el pasado. Identidad es aquello que permite diferenciar al “yo” ante el otro, ya sea como individuo o como un grupo conjunto. Asimismo, la identidad se conforma de las ideas y los elementos que conforman a la persona y que ésta puede ofrecer al otro; es lo que da en intercambio por aquello que el otro posee y la persona en cuestión carece. Y no sólo eso, es también la manera en que se percibe uno mismo y en la que uno es percibido por el otro. 
        Identidad es, entonces, todo un universo personal creado a partir de un pasado y presentes deterministas, con una búsqueda por la diferenciación para alcanzar una autenticidad propia. Es una lucha por tomar aquello del mundo que nos rodea; mundo que, a pesar estar compuesto por elementos que afectan también a los demás, aprehendemos de una manera que nos caracteriza y da unicidad.

           La identidad humana es compleja y multifacética. Adquirimos nuestra identidad a través de la interacción y de la representación de diversos roles, que dependen del contexto y de los grupos sociales. Por ejemplo, una puede ser una poderosa y determinada directora ejecutiva en el trabajo, madre cariñosa en el hogar, y una graciosa amiga en las reuniones sociales. La faceta de identidad que uno representa en un determinado momento depende del contexto y del grupo social presente en él (la familia, los compañeros de trabajo, los amigos, por ejemplo).

            Antes de la llegada de redes sociales como Facebook, Twitter, LinkedIn y muchos otros, los diversos grupos sociales y contextos en la vida de un individuo podían mantenerse separados. En las ocasiones en que intersecaban, salían a la luz aquellas historias incómodas sobre algunos miembros de la familia dentro de la fiesta navideña de la compañía. Los medios sociales reúnen a estos diferentes grupos. En Facebook, uno puede ser, y muchas veces es, “amigo” del presidente de la compañía, de la suegra, de los compañeros de trabajo, de los viejos amigos de la secundaria, de clientes del año pasado, y del vecino que vive a una cuadra. El resultado es que los contextos sociales y los grupos se han fusionado, y uno ya no puede separar lo profesional de lo personal, lo público de lo privado. Cada forma de comportamiento, mensaje y faceta de identidad tiene un público intencionado. En las redes sociales, estos públicos muchas veces se combinan, y un tener una audiencia no planeada se vuelve la regla, no la excepción.