Es que en verdad no puedo creer que todo haya sido un sueño. Aquellos días, aquel abrazo, todas esas caricias… ¿qué fue de ellas?
¿Por qué fuiste tan real como para hacerme parte de tu juego? ¿Por qué me hiciste creer algo maravilloso, para luego borrarlo dejando un recuerdo triste y tormentoso; borroso e indefinido?, ¿ por qué ahora me haces parecer demente? ¿Por qué te ríes de mis delirios? ¿Por qué te burlas con gran sorna de los que digo?
Hace un tiempo tu curaste estas lagrimas... y ahora, ¿por qué me las provocas?
No lo pediste, me lo robaste… y ¿sabes? Lo disfrute y ahí empezó este sueño que ahora acaba en pesadilla catatónica, no puedo moverme, ni como despertar de esta obscura y cada vez más obscena ilusión… te miro alejarte de mí y a otros acercarse; sin embargo, tú cada vez estás más lejos, ya no te vuelves a mirarme. Y ahora, ¿qué hare sin probar tus labios, sin volver a sentir tus manos, sin beber de tu sangre?
Y de qué me sirve esperar, si además de que no puedo hacer otra cosa, por estar atada a este sufrimiento, sé que no regresarás. Me lo has dicho, ella me lo ha dicho; ella se burla de mí, cruelmente me escupe tus besos en la cara… refleja tus miradas en sus ojos vacíos y luego se atreve a mirarme con ellos.
Y ahora no tengo miedo; miedo o rencor, ahora puedo desgarrar tu piel sin lastimarme, sacarte los hermosos ojos que alguna vez me vieron tiernamente, beber tu sangre envenenada que gustaba de traicionar y de devorar el corazón que alguna vez osó quererme, ya no hay más temor en mis ojos, en mi alma no existe esa pena que alguna vez me causaste. Ahora solo queda el orgullo; el orgullo de ser yo la que al final triunfe, la que al final del tiempo te diga lo que no quieres oír más, la que ría en su cara, la que escupa tus besos en su rostro frío y ahora muerto… la que robe de tus labios secos lo que a tantos maté por decir…
Y es que aún volteo al oír tu voz, aún sonrío al imaginarte cerca de mí. Al pasar por aquel camino, recuerdo como tomabas mis manos entre las tuyas, tus abrazos no se van de mí y qué decir de tus besos; su sabor vive en mis labios eternamente… no puedo olvidarte, ¿cuándo será el día en que salgas completamente de mí?
¿Alguna vez te olvidaré? Creo que la respuesta es no, a ti no. A ti, jamás.
Y de hecho, ahora sólo deseo morir en este tu sueño ficticio creado por la pasión de la noche en que me conociste por primera vez. La noche que realmente me miraste a los ojos y no reflejaron nada, la noche que tuviste tanto miedo de saber en lo que te habías convertido, de descubrir en lo que yo te había transformado, de aceptar en lo que ahora habías cambiado… tanto fue tu temor y tu cautela que huiste, huiste de mi, de quien te dio la vida eterna, de quien fue tu condena y tu ambición…
Y después de tantos años de sentir este frío mortal sin llegar a alcanzarla, tan cansada de gritar entre sordos y escuchar a los mudos, de llorar polvo… te vuelvo a ver, te vuelvo a escuchar, a sentir y una vez más sonrío, esta boca mía, ya amarga y descuidada, esboza un gesto de aparente y tierna felicidad olvidada; sin embargo, el tiempo pasó y, ¿qué es lo que descubro ahora? Que tú estás equivocado, que viste en ella lo que yo te di, que crees que ella te volvió así. Cuando todo este tiempo he sido yo la que pena por ti, la que te cuida de noche y a la que jamás miraste… guardé tu sueño entre mis vestidos de seda blanca y ¿ahora qué pasa? Las llamas del inframundo me vuelven a envolver entre lienzos de azul decepción y roja desesperación, ¿cuándo será el día en que nuevamente te tenga entre mis brazos?
**legna s´reficul**
~~lilith~~
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