Wednesday 11 February 2009

Segunda Carta

De tus besos envenenados y tus abrazos destrozados, de la sensualidad de tus cabellos y de la lujuria de tus ojos, no amor, de ti sólo beberé el orgullo de la sangre derramada de tus alas desprendidas. De ti mi ángel, mi ángel de muerte, ¿con que fuiste creado? Tú provienes de la sal sacada de las lágrimas de mil ángeles. Las lágrimas caen, al igual que tú lo hiciste, he ahí la coincidencia de nuestro encuentro, la metáfora de tu existencia, tu destino estuvo escrito, caer y nunca más volver allá arriba, tal cómo las lágrimas de aquellos nobles ángeles cayeron.
Te esperé por más de un siglo…“murió de amor” –dijeron-, no, en realidad no morí de amor, tampoco por honor o deshonra y mucho menos de desamor, porque se que tú me amabas, pero entonces -ángel de muerte tu sabrás responder esta pregunta- ¿de qué morí? ¿Cómo morí? Tu silencio es incómodo, sabes, esta bien, no respondas si no quieres, pero yo se que tú sabes, tú llevaste lo que yo tenía por alma, un lúgubre pensamiento fantasmal, como neblina, fría e insípida. Te la llevaste a ese lugar en donde las almas mortales descansan y los lúgubres pensamientos como el mío penan por culpa de un antiguo juramento convertido en el polvo que respiras, el viento que seduce a tu cabello y que enjuaga tus lágrimas.Ahora sólo escribo historias patéticas de amor verdadero, sin siquiera conocer del tema. ¿Cómo fue qué acabé así? Fue tu culpa, más no te maldigo puesto que el deseo fue totalmente mío. Estoy convencida de que esto es basura, estas letras con suerte se borrarán y no quedará de ellas ni el más mínimo recuerdo, nadie mas que yo supo de su existencia, y me arrepiento de haberlas escrito. Se que no sirven de nada, que son absurdas, caen en la estupidez, y aún tengo la cobardía de decir que fueron en tu honor, por tu culpa, no ángel, tu no me harías escribir tanta estupidez, ¡ah! Y yo se que ahora te estarás riendo, así eres, pero creo que está vez no percibo tu cinismo, ¿será porque tu risa es sincera? En verdad, ¿crees que todo esto no es una verdadera porquería de la cuál según tú, no debo avergonzarme o arrepentirme? Bueno, es que tú me amas y lo sé, es obvio, el sentimiento es mutuo, la atracción fatal es la misma y más sincero aún es el deseo que tengo por ti. Pero, entonces, si estamos tan unidos, desde antes de existir, ¿por qué estamos tan distanciados? ¿Por qué ahora pronunciar tu nombre, es difícil, y al hacerlo mi corazón camina más lento? ¿Por qué es tan doloroso pensar en ti, y al verte de lejos las lágrimas vuelven a caer sin poderlas yo detener? No lo entiendo, pero dime amor, ¿a ti, también te pasa esto? Necesito saberlo, para comprender si es normal, si esto es común en una unión tan celestial, a veces infernal como la nuestra. Para saber si no me has engañado, si lo que miro en tus ojos es sincero, para saber si los latidos de tu corazón no mienten. Yo no miento, y te soy sincera siempre, confiaré en ti, mi amor, después de tanto tiempo conozco bien la traición, sin embargo de ti, nunca la esperaré, la aceptaré o la comprenderé. Hasta más pronto. Desde el infierno, con amor

1 comment:

Luis Monroy said...

Hola Ale!
A decir verdad me gusta mucho tu estilo para escribir, porque aun las cosas cursis les das tanta textura que dejan de ser cursis para ser otra cosa. Espero que sigas escribiendo y publicando para poder leerte.